Yo gano si tú ganas es una filosofía de vida. Como emprendedor, aunque al principio creas que tienes que afrontar y hacerte cargo de todas las tareas que supone el hecho de que será un negocio, es imprescindible que te rodees de gente, a poder ser mejor que tú, para ejecutar muchas de las acciones necesarias para hacer desarrollar tu negocio con éxito.
De la misma manera que tú, todas las personas o profesionales que forman parte de tu entorno necesitan “ganar” a través de aquella función que desempeñan. Tienes que entender que esas personas están trabajando para que tu negocio sea mejor, para que ganes más dinero, para que consigas más clientes. Saber dónde dejar de ganar para que alguien que está al lado tuyo pueda hacerlo, es una parte importante para empezar a entender que tu negocio o proyecto necesita de esas personas, y que tal vez hoy seas tú quien cedes para que ellos ganen, pero es más que probable que en un futuro será gracias a ellos que tú consigas generar un beneficio para tu actividad.
La cooperación en un proceso de emprendimiento es la base sobre la que se sustenta el crecimiento de las personas. Al igual que tú, cualquier persona de la que te rodeas y está en un proceso de emprendimiento, tendrá una necesidad de crecer, ese crecimiento pasa porque la cooperación que se establezca, todas las partes ganen.
Desde la obsolescencia de una forma de colaboración jerárquica basada en cadenas de mando, los nuevos conceptos profesionales invitan a la cooperación como la base de su evolución, de esta manera, se crean redes colaborativas entre entidades complementarias. El mundo en el que vivimos, es imposible saber de todo, la velocidad a la que tenemos acceso a la información imposibilita asumir todas las funciones necesarias para crear un negocio, máxime cuando el mercado, el entorno, los clientes buscan un concepto de hiperespecialización enmarcado dentro de un servicio global.
El valor de una empresa o negocio que echa a andar en estos días, debe de aportar valor en aspectos totalmente diferentes a lo que se entiende como su business core, es decir, no es su servicio o el producto que vende lo que marca la diferencia, el valor está en la prestación de un servicio entendido como la integración de muchos valores que convierten en mejor lo que realmente vende. Desde esta óptica, y por los motivos anteriormente mencionadas, la cooperación se convierte en el concepto fundamental para el desarrollo de un negocio, un proyecto o una marca.