Estoy seguro que te levantas cada mañana para comerte el día, y en tu vocabulario solo hay palabras alusivas a proyectos futuros, a todo lo pendiente por hacer. Emprender está en tu ADN.
Sabes que tienes una misión, es tu corazón quien la dicta. Has despertado a la bestia!!
He decirte que todo todo lo que te va a suceder desde el momento en el que has despertado es apasionante, y te lo digo desde la experiencia de haberlo vivido. ¿O acaso me equivoco si afirmo que prefieres vivir como piensas a terminar en la resignación pensando como vives?.
La buena noticia es que una vez en este punto no tienes marcha atrás. Tienes que probarlo o vivirás toda la vida preguntándote que hubiera pasado si lo hubieras hecho, ¿y tu no quieres eso verdad?
La otra opción es elegir algo que va contra lo que te emociona, y eso es pasarlo muy mal…
Eres inteligente, y sabes que desde lo normal harás cosas normales, pero también sabes que no estas aquí para ser normal. Tu quieres hacer cosas especiales, diferentes a las que te han dicho que hay que hacer, porque sabes que eres especial.
Eres un producto perfecto que todavía no ha encontrado comprador, pero hay cientos, miles de personas ahí fuera que están esperando a que te decidas. Así que, vamos, coge el toro por os cuernos y arranca de una vez con ese proyecto que te sale del alma y que tan solo los miedos son los que lo paralizan.
Crear un negocio es un reto que no siempre se sea consigue superar, incluso siguiendo “el manual de instrucciones” de todo lo que debe hacerse. Son mil y un detalles los que pueden hacer que un proyecto no sobreviva. De hecho lo normal sería no conseguir crear un proyecto con éxito si miramos las estadísticas:
· Entre el 50 y el 75% de los negocios no llega al año
· El 80% de los negocios fracasan antes de los 3 años
· El 90% de los negocios no llega a los 10 años.
Por eso, contar con un mentor de negocio te ayudará a incrementar tus probabilidades de éxito. Desde mi experiencia en este recorrido, espero ayudarte a que tu vida sea de una vez por todas la que sabes que tienes que ser, pero no sabes muy bien por qué todavía no ha llegado.